Chile – Desierto de Atacama

Después de experimentar el Mal de Altura en el Paso de Jama nos fuimos recuperando al descender y al empezar a ver las vistas del Desierto de Atacama, empezando por el imponente Licancabur, un Volcán de 5920 metros que tiene la forma exacta de los volcanes que dibujamos de pequeños, incluso con su cresta ligeramente nevada. En unos 45 minutos bajamos de 4500 a 2500 metros en una interminable ladera que nos mostraba el valle de Atacama en su inmensidad. Es indescriptible y ni tan siquiera haciendo fotos panorámicas fui capaz de captar el infinito horizonte.

Los fans de Juego de Tronos sin duda podrán imaginar las tierras Dothrakis en estos lares. Las laderas de las montañas se tornan doradas cubiertas por la única especie de planta que parece sobrevivir a este clima hostil.

 

Llegamos a San Pedro de Atacama, en la segunda región de Chile (la zona que denominan Norte Grande) y de allí nos fuimos directamente a un pueblecito cercano, Toconao, dónde habíamos encontrado el alojamiento más baratito siendo Semana Santa, 50€ nada menos.

Al día siguiente nos fuimos a visitar el pueblo de San Pedro de Atacama, un horror, os digan lo que os digan en otros sitios. Todos los locales de las antiguas calles han sido reconvertidos a agencias que ofrecen los mismos tours o restaurantes que ofrecen los mismos menús. En las calles los mochileros perennes o perroflautas que dice Marta. La verdad es que hay sobresaturación de gente ofreciendo pulseras de hilo, dilataciones de madera o pendientes hechos con plumas. En los locales, los mochileros músicos pasando la gorra para poder recolectar algo más para seguir su viaje.

Si no tienes vehículo o eres mochilero San Pedro es el lugar dónde estar, ya que de allí se organizan los tours a las decenas de sitios que se esconden en el desierto y la cordillera andina. A poco que tengas un vehículo, o decidas alquilarlo en San Pedro, mi recomendación es que pases poco tiempo en el pueblo. Las agencias de turismo te dirán que muchos de los sitios son inaccesibles si no tienes un 4×4, aunque no es imprescindible. Si lo tienes mejor que mejor, ya que lo podrás disfrutar al máximo, por ejemplo Hertz alquila el modelo Toyota Hilux que llevan tanto los trabajadores locales como los turistas. Nosotros llegamos a hacer un camino de sal no apto para coches sin tracción pero que hicimos sin problemas, poco a poco, con nuestro “Chilecito”, un Nissan Versa.

 

El camino de sal forma parte del Parque del Valle de la Luna, realmente un paisaje lunar que merece la pena recorrer y en el que la mayor atracción es ver la puesta de sol desde sus impresionantes dunas en medio de formaciones rocosas que parecen ser sacadas de las películas del oeste. Hay gente que lo recorre a pie o en bicicleta, con calma y buena provisión de agua, aunque a veces el calor no es excesivamente fuerte, la sequedad te deshidrata rápidamente.

El Salar de Atacama es el tercero más grande del mundo, por detrás del Salar de Uyuni en Bolivia y Salares Grandes en Argentina. Es una gran fuente de recursos para Chile, siendo el mayor depósito salino del país pero también una de las mayores fuentes de cloruro de potasio, carbonato de litio, sulfato de potasio, ácido bórico y sales de magnesio.

Caminar por esta parte del Salar es imposible, las rocas son duras y puntiagudas como el cristal, aunque la pobre Marta siempre se arriesga en los postureos del fotógrafo.

 

 

Al lado de la explotación industrial del salar encontramos la Laguna Chaxa, un increíble ecosistema de flora y fauna que vive en las más duras condiciones. Nos costó 2500 por persona. Pese a la salinidad del agua la vida no sólo es posible sino que es muy rica. Los flamencos del salar se alimentan de pequeños crustáceos que viven en el agua de la laguna teñida en ocasiones de colores rojizos provocados por las concentraciones de hierro o de colores amarillentos provocados por el azufre. Gran diversidad de pájaros y pequeños reptiles se esconden entre las rugosidades del terreno.

 

Otro de esos puntos surrealistas es encontrarse una playa caribeña en medio de un altiplano rodeado de volcanes. Aguas turquesas rodeadas por rocas de formas caprichosas con alto contenido en hierro y que dan nombre a este paraje, Piedras Rojas.

Por lo que hemos visto en todos lados, la entrada son 2500 pesos chilenos por persona, pero nosotros no encontramos nadie que nos quisiera cobrar ticket.

 

Estas lagunas altiplánicas están por encima de los 4000 metros así que nuestros movimientos tenían que ser pausados. Después de otros tantos postureos decidimos calmarnos, reponer fuerzas y descansar un rato. Nos fuimos un rato a hacer un picnic y una siestecita al Salar Tuyajto, cerca de Piedras Rojas, solitos y con unas vistas espectaculares.

 

Estos son algunos de los múltiples sitios espectaculares que tiene Atacama. También se puede visitar el Valle de la Muerte, las termas de Puritama, la laguna Cejar (muy explotada) o los Géiseres de Tatio entre otros.

No somos creyentes pero la frase de Marta sobre Chile creo que lo define a la perfección.

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Todo el mundo debería poder ver una vez en su vida el Desierto de Atacama.