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En nuestro paso por Chile disfrutamos de unos de los lugares con mejores paisajes que hemos visto a lo largo de nuestro viaje. Y para largo el país que de punta a punta alberga casi todos los climas, desde el desierto de Atacama a la Patagonia austral, más de 150 volcanes activos, lagos y los impresionantes Andes.
A medida que recorríamos sus miles de quilómetros, pagando siempre peajes a empresas españolas en su autopista número 5 que es la columna vertebral del país, vimos que era muy habitual recorrer autoestopistas haciendo autostop, no vimos unos pocos, vimos cientos. Coincidiendo con las vacaciones de verano el país se llenaba de jóvenes nacionales y extranjeros recorriendo el país hacía sus extremos. La sorpresa fue que no sólo nos encontramos turistas haciendo dedo, también gente que iba al trabajo o incluso policías.
Recogimos a bastantes, de estudiantes de ingeniería de Santiago a adorables viejecitos mapuches que se desplazaban para ir al médico. Con todos ellos hablamos de lo que hacían y también de como veían su país. No pudimos evitar preguntar sobre lo que les costaba la vida en Chile, uno de los países más capitalistas del mundo, y nos confirmaron lo que nosotros íbamos apreciando. La escuela, la universidad, la sanidad… son privadas. La energía es muy cara, la gasolina lo es más que en los países vecinos, los precios son de los más altos de Sudamérica e incluso los bomberos son voluntarios, en varios sitios vimos que eran personas que tenían otros trabajos o incluso eran niños como los de la foto.
La mayoría nos respondían con resignación o no se habían planteado que ciertamente pagan impuestos como IVA, peajes, impuesto sobre beneficios y otras tasas pero en cambio no tienen ninguna compensación pública. En cualquier lugar de Chile, y en medio de Santiago, te puedes encontrar a la gente vendiendo frutas, pinchos de carne hechos en un carrito de supermercado o cualquier otra cosa. El chileno sobretodo es un superviviente que pese a un coste de vida elevado se buscará la vida para obtener otros ingresos.
Curiosamente Chile es un país que tiene un crecimiento sostenido del 6% anual (en promedio) y es una de las economías más robustas de América Latina. Sin embargo la desigualdad económica y social en Chile es la más desigual de todos los miembros de la OCDE (Organización para la cooperación y el Desarrollo Económico).
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En Santiago nos sorprendieron los precios de las viviendas, tanto de alquiler como de compra, así como poder alquilar a nivel turístico en Booking o AIRBNB. Cómo en muchas de las ciudades grandes se puede apreciar gente sin hogar pero Santiago nos dio una versión diferente, vimos gente que vivía en pequeños campamentos bajo los puentes mientras en los barrios de Lastarria todo el mundo llevaba iphone.
Poco a poco empezamos a conocer a los chilenos, gente muy educada y respetuosa, y con una gran fractura provocada por su pasado, aún es un tema delicado hablar de la dictadura de Pinochet. Conocimos algunos universitarios en Santiago que formaron parte de la revolución de los pingüinos entre 2006 y 2008, llamada así porque fueron los estudiantes con sus uniformes los que se manifestaron para demandar una enseñanza pública. En ellos percibimos una ilusión que podría ser la de los universitarios de los 70 y 80 en España, creyendo y mirando con gran esperanza al futuro. Luchando por un país con un mayor estado del bienestar y equidad social.
También conocimos la parte de la clase alta que está más satisfecha con la economía chilena, desde americanos que pueden comprar tierras con el 100% de propiedad, un ingreso más neto para el Estado o las grandes familias que se reparten las tierras. Dentro de ellas tenemos la familia Luksic que posee de las mayores fortunas del mundo poseyendo desde mineras, hoteles, viñedos… 19,2 billones de dólares, sí, billones con B.
Estas grandes empresas y fortunas no tributan prácticamente nada y los oligopolios son evidentes en muchos sectores. El caso de las farmacias sorprende de gran manera, prácticamente hay una farmacia en cada cuadra. El 90 % del mercado farmacéutico es controlado por tres farmacias: Farmacias Ahumada, Farmacias Cruz Verde y Salcobrand, las cuales se han puesto de acuerdo en diversas ocasiones para subir los precios de sus medicamentos unilateralmente.
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Otros datos interesantes son los de pobreza relativa (aquellos que aún trabajando no alcanzan un nivel de ingresos superior al 50% de la media nacional) que en el caso de Chile es del 18% frente a la media de la OCDE del 11,5%. Los niños son el grupo de edad con mayor índice de pobreza, del 23,5% frente a la media del 13,3% de la OCDE.
La pobreza de estas clases junto con la falta de distribución de recursos en materia de educación hace que las clases pobres se perpetúen como pobres.
Además cualquiera que este por debajo de esa zona alta siempre deberá recurrir a un endeudamiento permanente a largo plazo si quiere poder costearse estudios, vivienda y una vida digna.
Nosotros por primera vez en nuestro viaje tuvimos que recurrir a comprar una “carpa” (una tienda de campaña) ya que los precios del hospedaje nos resultaban a niveles de Australia y Nueva Zelanda. Al acabar el viaje por Chile decidimos donar los sacos de dormir, el colchon, la carpa y unos libros a alguna organización que los pudiera necesitar, fue así como conocimos la organización Moviliza en Santiago que ayuda a superar y prevenir la situación en la calle. Actualmente en Chile hay alrededor de 12.000 personas sin hogar, o en “situación de calle”.
La mitad se encuentra en Santiago, la ciudad capital, y de esta cifra, 785 son niños.
De acuerdo con un estudio realizado por el Ministerio de Desarrollo Social Chileno en 2011, el 77 por ciento de la población sin hogar de Chile tiene un empleo, y luchan para poder permitirse tener un alojamiento.
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La residencia que visitamos se encuentra en la comuna de Quinta Normal en la que conocimos a una de sus gestoras, nos impresionó las tareas que realizaban par dar solución a estas familias, algunas con hijos, y con unos recursos ínfimos.
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